Soy Margarita Montecinos Cortés, madre de cinco hijos y orgullosa abuela de dos nietos. De profesión educadora de párvulos, nací en San Felipe, pero fue el norte de Chile quien me acogió y me entregó un hogar. Aquí, en esta tierra donde el desierto se une con el mar y nos recuerda que siempre hay un horizonte por conquistar, tomé la decisión de servir a la II Región de Antofagasta, con sus provincias de El Loa y Tocopilla.

Provengo de una familia pobre, con carencias de recursos para cubrir nuestras necesidades básicas. Mi madre, mujer jefa de hogar y temporera, trabajó con esfuerzo y sacrificio para darnos un techo digno, participando en la autoconstrucción y en el trabajo solidario junto a vecinos que se unían para levantar viviendas. Esa solidaridad comunitaria es la que debemos volver a reconstruir: mirarnos a los ojos, hacer barrio, preocuparnos unos por otros y dejar atrás la desconfianza y el individualismo.

Desde mi juventud he estado vinculada a la Democracia Cristiana, donde descubrí que la política es, ante todo, un servicio a la comunidad. Como mujer, madre, abuela y profesional, he aprendido que la perseverancia y la constancia —valores que me inculcó mi madre— son el camino para alcanzar los objetivos y superar los desafíos que implica participar en política.

Mi compromiso con la región no es nuevo: fui candidata a consejera regional (CORE) en las elecciones municipales de 2024, donde recibí el apoyo y la confianza de muchas personas. Esa experiencia fortaleció mi convicción de que, más allá de los recursos económicos, la verdadera fuerza está en la perseverancia, la constancia y las competencias profesionales que nos permiten trabajar por un mejor futuro.

Creo profundamente que, como chilenos y chilenas, cada uno brilla como la estrella de nuestra bandera, aportando sus capacidades y habilidades para seguir construyendo mejores oportunidades para nuestra gente del norte. Chile es de todos, y la participación y la inclusión deben ser compromisos de cada ser humano. Ese es mi compromiso: servir al norte de Chile y a mi querida región de Antofagasta.

Margarita Montecino.